Según los creadores, la idea surgió como consecuencia de los altos reportes de robos de niños y de la necesidad de la comunidad médica de garantizar la seguridad de los pequeños en los hospitales.
El gerente de Proyectos de ID Link -empresa creadora-, Daniel Gómez, explicó que se trata de un brazalete electrónico que permite controlar la ubicación de los menores y ejercer una mayor vigilancia en los accesos a los centros médicos.
Las manillas son similares a las empleadas actualmente en clínicas y hospitales, para identificar objetos o personas en áreas determinadas y activar alarmas en caso de que los neonatos sean sacados de las zonas consideradas por el sistema como seguras.
El dispositivo funciona mediante una tecnología de radiofrecuencia, con la cual se transmite una señal a unas antenas, que a su vez la envían a través de Internet a una serie de computadores que permiten visualizar si el bebé se encuentra en el área indicada.
De no ser así, y una vez detectado el potencial problema, el sistema emite alarmas de forma visual y sonora a todos los puntos de vigilancia y control sobre la salida no autorizada del bebé.
Pero esta herramienta, dicen sus creadores, puede ser utilizada para otras aplicaciones, como el seguimiento de enfermos de alzheimer o para controlar el suministro de medicamentos a pacientes.
Con EFE
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